INSTALACIÓN
ECUADOR / COSTA RICA
2017-2019
Ante las alarmantes cifras de violencia de género en el panorama local existen estrategias artísticas que no solo centran sus acciones en la réplica de información, sino que desde experiencias colaborativas basada en la práctica del arte relacional, buscan “construir un panorama de visiones sobre la violencia, roles de género y la memoria”.
A partir de la realización de encuentros colectivos que son presentados como una práctica artística, social y de desahogo terapéutico para personas involucradas en esta problemática se trabajó esta obra. En cada encuentro utiliza telas de cortina que son intervenidas con retazos de tela e imperdible y funciona como un sistema de verificación contable que representan a una victima o un acto de violencia. Estas telas escenifican una visualización donde la “cifra” es despojada de su simple carácter informativo y contable, para convertirse en una huella sensible que materializa la reflexión sobre la violencia que experimentamos. La artista dice: “Juntxs estamos “tejiendo” una tela, transformando nuestras historias de violencia en un elemento visual”.